Un blog para la verdad: Cachos de vida
Un blog para la mentira: Mentira como la vida misma

miércoles, 27 de julio de 2011

Diálogos anónimos III - Dame un beso

Tras un breve intervalo de tiempo, publico un nuevo diálogo. En esta ocasión me gustaría dejaros deberes y que me comentéis, si os apetece, cómo os imagináis a los protagonistas de la historia. Podéis decir lo que os inspiren. Gracias, por participar.

- Dame un beso

- ¿Por qué?
- No preguntes. ¡Dame un beso!
- ¿Ahora?
- Si, ahora. Venga. Dame un beso
- ¿Pero un beso beso? ¿En la boca?
- Claro, ¿dónde sino se dan los besos los que se quieren?
- Pues a veces en las mejilla o en la frente…
- ¿Tengo yo pinta de ser tu madre? Anda, déjate de rollos y dame un beso.
- ¿Con lengua y todo?
- ¡Joer! Qué no es tan complicado. Tú me das un beso y luego ya veremos en que acaba. Deja que fluya…
- Vale, bueno… ¿Pero con abrazo?
- ¡Ufff! Eso como quieras. Mira nos ponemos y ya saldrá…
- Vale. Mmmmmm...
- Un momento. ¿Qué pasa? ¿Por qué no me querías dar el beso?
 - Sí quiero, y ya te lo habría dado sino me hubieses cortado ahora. Está muy feo eso de matar un beso.
- Okey. Lo siento. Pero no quiero que me beses si a ti no te apetece… y creo que por algo no querías dármelo ¿Pasa algo?
- No…, no pasa nada. ¿Y a ti por qué te ha entrado ahora ese complejo de pez?
- Te visto y me han entrado unas ganas locas de besarte. ¿No es buen motivo?  Te estás poniendo a la defensiva.
- Y tú muy plasta. ¿Qué pasa con el beso? Tanto que lo querías
- Y lo quiero, pero puede esperar un poquito más.
- ¿A qué?
- A qué me cuentes que te ocurre.
- Entonces,  me “ocurre” algo, soy yo el problema, ¿no?
- ¿Qué problema?  Yo no he hablado de problemas. Creo que por algo no me quieres besar  y me preocupa. No quiero que lo hagas si no te apetece.
- Pues te iba a besar, pero tú lo has cortado para hacer de Jessica Fletcher
- Ya te vale…
- Pero si eres tú que has pasado  de morritos calientes  a Carlos Sobera con tanta pregunta…
- Puedes confiar en mí. Lo que sea lo entenderé
- …
- Mírame, por favor. Anda, cuéntame. Lo que sea lo podemos abordar juntos… o bueno separados, como tú quieras.
- Noooo. Si es una tontería, pero me da mucha vergüenza.
- Soy yo. Te quiero, comprenderé lo que sea…
- Bueno, te lo cuento… , pero no pienses mal de mí, no te rías
- No seas idiota. ¿Cómo voy a pensar nada malo de ti?
- Pueeeees…
- Sí...
- Pues que hoy me olvide llevarme el cepillo de dientes al trabajo…
- Ya. ¿Es por el aliento? No me importa, pero si te da corte, tengo chicles.
 - No, no es eso. Ya dieron un uno. Es que…
- Venga, que ya sale.
- No. Eso es lo malo, que no sale.
- ¿Cómo?
- Qué para comer me pedí un bocadillo de salchichón. Sí, lo sé, tiene muy poco glamour, pero hoy iba muy mal de tiempo. Bueno, el caso es que se me quedó un cacho de carne entre los dientes…auquí  meutiio, auquí aaatrá,... y no hay forma de sacarlo.
- …
- No me mires así. Me da mucha vergüenza.
- …
- ¿No  dices nada?
- Bésame
- Mmmmmmmmmmmmmmmmmm mmmmmmmmmmmm mmmmmmm…
- Mmmmmmmmmmmmmmmmm mmmmmmmmmmmm mmmmmmmm…
- Mmmmmmmmm mmm
- Mmmmmmmmmm mmm
- …
- Te quiero
- Y yo a ti. Eres un sol. Me estoy poniendo caliente…
- Bueno, eso lo podemos resolver en breve. Una cosilla antes…
- ¿Qué...?
- ¿Sabes la marca de ese salchichón? Está rico.