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jueves, 19 de agosto de 2010

Microrrelatos VII

Tras una ausencia prolongada, ahí van una nueva serie de microrelatos que me han salido un poco larguitos.

Microrrelatos VII

Madre e hija compartían nombre: Concepción, Concli para sus allegados. Cuando salían juntas a la calle siempre vestían igual, usaban exactamente el mismo modelo de ropa. Conchi hija, era consciente que esa tradición no era habitual entre otras madre e hijas, pero no le importaba, ellas dos estaban muy unidas. Aunque el día que su madre le presento a un joven de su edad que era “muy formal, simpático y lo veo ideal para ti” comenzó a inquietarse un poco. Era el vivo retrato de su difunto padre.


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Su marido se había suicidado. Ahora que no estaba. Le echaba en falta. Constantemente le venían recuerdos de su vida con él. Rememoraba con añoranza cuando le regañaba por cualquier tontería y él callaba, cuando le decía la suerte que había tenido un inútil como él al encontrarla, cuando se desahogaba al sentirse irritada por cualquier cosa insultándole, cuando le llamaba imbecil o estúpido ante cualquier propuesta que él le hacía, y cuando le reprochaba la escasa iniciativa y “poca sangre que tienes en la venas”. ¿Dónde encontraría otro hombre como él?


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Tras cinco intentos (fallidos) de suicidio, le encontró. Era el hombre ideal, quién aun sin bien él saberlo la comprendía, la persona idónea que ella necesitaba. Volvía a tener esperanzas, confiaba en que sus ilusiones se cumpliesen. Su familia, sin embargo, estaba intranquila por ese chico que había conocido en el psiquiátrico. Por muy integrado que estuviese ahora en la sociedad, no podían olvidar que había sido un psicópata y esa ristra de cadáveres de chicas jóvenes que había dejado por la ciudad no hace tantos años.

12 comentarios:

Alís dijo...

Wow
tres fantásticos microrrelatos que pueden leerse como tres capítulos de una misma historia.
El primero da un poco de yuyu (más si se relaciona con los siguientes)
En el segundo pensé que por favor, ojalá no encuentre otro hombre...
Y, por último, rematas con una increíble tensión al juntar a la mujer dominadora con el asesino en serio, al que imagino soportando una madre como ella...
Fantásticos los tres, por separado y en conjunto. Te felicito

Besos

Tiralle Do Aire dijo...

Muy molones, pozí!

Daniela Haydee dijo...

Microrelato I: por lo menos no compartían el mismo gusto por los hombres. A estas dos lo que les vendría bien es alejarse la una de la otra. Descubrirían que la identidad propia existe y que no es bueno parecerse tanto a nadie.

Microrelato II: Tengo la respuesta... en la tumba de su marido :P

Microrelato III: Con un amor de hombre como ese, a lo mejor el sesto intento no es fallido.

Saludos desde tu pueblo en tu pueblo.

Uno dijo...

Alís
Leer tu comentario me ha produccido una doble sesación. Una primera de subida de ego y sonrojamiento, porque esas palabras viniendo de ti, me elevan a los cielos. Una segunda de profunda vergüenza propia, por el tiempo que llevo sin visitarte. Ahora que lo he remediado, en cierta medida, me atrevo a responderte.

Lo primero, gracias, gracias, gracias. Tengo en altísima estima tu opinión por el simple hecho de leer lo que escribes en tu blog.

La intención eran tres relatos independientes. El primero tiene su origen en una madre e hija que vi en estas vacaciones de con el mismo vestido. El segundo, es una situación vivida exagerada. Es un mensaje difuso a quien lo quiera entender. Y el tercero, es puro relleno, fruto de desvelarme a las 4:00 de la madrugada.

Tras terminar el conjunto, me día cuenta de su posible relación. Sobre todo del primero y el segundo. Pero no era esa la intención, es más, no quiero que sea esa, bastante tristones han quedado ya para fusionarlos. Eso sí, dejo que el lector/ra interprete como quiera y le ponga su propio sentido :-)

Besos

Tiralle Do Aire
Gracias. Tú opinión también la aprecio y me regocija.

Daniella Haydée
En el tercero la protagonista busca más el éxito que el amor. Es más una interesada que una enamorada.

Saludos desde mi pueblo :-P

Judd dijo...

Macabros y juguetones estos microrrelatos. Después de leer que están basados en parte de una realidad existente, no puedo evitar tirarme las manos a la cabeza. ¡¡Qué mal está el mundo!!

Uno dijo...

Judith
Digamos que están impirados en casos reales. Los microrrelatos son bastante más drásticos.

Eso sí, el mundo anda falta. Menos mal que estamos a tiempo de arreglarlo (en parte).

Uno dijo...

Buscar pareja nunca ha sido fácil. Hoy uno no puede fiarse ni de su madre.
Estupendos.

Uno dijo...

Uno
Lo de la pareja esta muy complicado, pero además hay extremadamente selectiva.
No nos podemos fiar ni de nosotros mismos :-)

Gracias

Landahlauts dijo...

Muy buenos todos, los tres.

El último quizás sea el que me ha dejado más inquieto...

Saludos.

Uno dijo...

Landahlauts
Gracias.
El último es el que da más que pensar porque tiene más posibilidades de final y consecuencias posteriores.

Saludos

Recomenzar dijo...

Tus letras tienen el sabor de la esperanza

Uno dijo...

Recomenzar
Nunca he probado mis textos ni la esperanza, espero que ambas sepan bien :-)

Saludos